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El raspado y alisado radicular o curetaje dental forzoso cuando el sarro entra en encías

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El raspado y alisado radicular o, también llamado, curetaje dental es útil para tratar la periodontitis o piorrea. Se trata de un tratamiento que tiene por objeto eliminar la placa bacteriana o el sarro que existe en la zona subgingival (debajo de la encía).

Se realiza, por tanto, en los casos en los que la enfermedad periodontal ha avanzado y el sarro se ha extendido más allá de la superficie de los dientes. Es decir, cuando ha penetrado en el interior de las encías, llegando a formar las llamadas bolsas periodontales.

Se cree que el curetaje es, en sí mismo, el tratamiento contra la periodontitis. Pero lo cierto es que el raspado y alisado radicular es sólamente una parte más del proceso. Con él, lo que se hace es raspar las superficies de la propia raíz de los dientes con unos instrumentos llamados curetas. Estas herramientas son diferentes en función del área a tratar (zona de dientes incisivos, caninos, premolares o molares), ya que las curetas varían en función de su tamaño, longitud y angulación.

Antes de llegar al raspado y alisado radicular es necesario realizar un diagnóstico. Éste se desarrolla con una sonda periodontal, con la que se puede ver realmente la gravedad de la periodontitis.

Generalmente, el raspado y alisado radicular se lleva a cabo por cuadrantes y en varias sesiones diferentes para tratar individualmente cada uno. Sobre todo, en los casos en que hay bolsas periodontales.

En primer lugar, se lleva a cabo el raspado dental, retirando el sarro acumulado bajo la encía y, posteriormente, se alisa la raíz del diente. En algunos casos, puede resultar un poco molesto y es posible que sea necesario utilizar anestesia local para minimizar tus molestias.